Se les conoce como horizontales y son las más utilizadas de todas porque se adaptan a casi cualquier lugar, diseño y estilo. Se complementan muy bien en cualquier parte. Su sistema de frenado o la posibilidad de ajustar el ángulo de apertura entre rendijas las vuelven apetecibles en salas y balcones. Como son fáciles de limpiar y muy resistentes, también se recomiendan para las cocinas.